Los medios independientes en Colombia todavía no han encontrado un modelo de negocio que funcione.
El ecosistema mediático colombiano se ha transformado durante los últimos años. El país ahora cuenta con una oferta mediática mucho más amplia y diversa que antes, según un informe sobre la financiación del periodismo publicado hoy por Media and Journalism Research Center en cooperación con OBSERVACOM.
Las audiencias han cambiado también, y esto ha tenido un impacto en lo económico. Los medios tradicionales han visto una reducción en sus ingresos y han tenido que ponerse al día con los tiempos para frenar o mitigar el desplome. Al mismo tiempo, los nuevos medios y plataformas han tenido que recurrir a la creatividad para financiarse.
“Ahora bien, la novedad en este escenario proviene de los nuevos medios y plataformas, especialmente de los independientes,” según los autores del informe, un equipo de investigadores liderado por Gabriel Bravo. Ellos tienen fuentes de financiación muy diversas que incluyen recursos de entidades no gubernamentales, grants, crowdfunding, prestación de servicios, membresías, donaciones y, por supuesto, publicidad.
“Están en un proceso de prueba y error. Aún no hay una fórmula probada que funcione para todos,” según el informe.
A pesar de todo lo anterior, un elemento se ha mantenido constante: la concentración de los medios de comunicación. Colombia tiene alternativas distintas a las ofrecidas por los grandes grupos económicos. No obstante, estos grupos, como Santo Domingo, la organización Carlos Ardila Lülle, o la organización Luis Carlos Sarmiento Angulo, entre otros, siguen siendo propietarios de una gran cantidad de medios e influyendo en el flujo de la información.
El informe está disponible aquí.